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Qué es una cuenta corriente y para qué sirve

Qué significa cuenta corriente, qué gestiones puedes hacer con ella y qué diferencias tiene con una libreta de ahorro

Si te estás preguntando qué es una cuenta corriente y qué puedes hacer con ella, estás en tu guía. Te explicamos todo acerca de estas libretas (incluso, en qué se diferencian de las de ahorro). Y si quieres abrir tu cuenta corriente, en nuestro comparador encontrarás las mejores ofertas. Para que valores y contrates fácil y online.

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Qué es una cuenta corriente

Una cuenta corriente es, según el Banco de España, un tipo de cuenta o depósito a la vista. Es decir, una libreta bancaria a través de la cual su titular o titulares pueden realizar las operaciones financieras más habituales.

Por tanto, a través de ella se puede ingresar y sacar dinero, hacer transferencias o pagos (recurrentes o no), asociar tarjetas de crédito o débito, contratar otros productos de la entidad como, por ejemplo, préstamos, etc.

Las cuentas corrientes son los productos bancarios más comunes, de muy bajo riesgo y muy líquidos (se puede disponer del dinero de forma inmediata). También pueden contar con uno o varios titulares (habitualmente, dos, aunque las hay que permiten hasta cinco) y tener asociadas ciertas comisiones de gestión.

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Para qué sirve una cuenta corriente

La gran finalidad de una cuenta corriente es gestionar el dinero que haya ingresado en ella, tenerlo controlado y a buen recaudo, el de un banco. Además, si la entidad adherida a él, el importe cuenta con otra protección, la que proporciona del Fondo de Garantía de Depósitos, que cubre hasta 100.000 euros por titular y entidad si esta quiebra.

Pero hay más. Estas son algunas de las funciones de una cuenta corriente.

Servicio de caja

Es uno de sus principales rasgos. Y se refiere a los movimientos de dinero, se hagan como se hagan (presencialmente, en cajeros, online, entre bancos...). Así, y siempre con la orden expresa de los titulares, a través de una cuenta corriente se:

  • Reciben los ingresos, domiciliados o no, ya procedan de nóminas, pensiones, intereses, retribuciones...
  • Realizan pagos. Periódicos o no. Como recibos de servicios, cuotas de préstamos o hipotecas, transferencias...

Disposición de dinero

Una cuenta corriente es un depósito a la vista. Es decir, el titular dispone casi de manera instantánea todo o parte del dinero que haya en ella. Puede hacerlo a través de un cajero automático, en ventanilla, por transferencia, con un cheque... O desde alguna de las tarjetas de crédito o débito que tenga asociadas.

Seguimiento de gastos

Atender a todos los movimientos de dinero. Controlarlos y gestionarlos, poner orden. Y todavía más desde la aparición de la banca online, con la asociación a apps que especifican cuáles son los gastos y qué importe se les destina.

Requisitos para abrir una cuenta corriente

Abrir una cuenta corriente, ya sea de forma presencial o a través de Internet, es una gestión sencilla que apenas se alarga unos minutos. Con todo, se deben cumplir algunos requisitos. Aunque cada entidad tiene sus propios criterios, estos son los más comunes:

  • Tener más de 18 años.
  • Residir en España.
  • Presentar un documento identificativo vigente (sin caducar), ya sea el Documento Nacional de Identidad (DNI) o la tarjeta de residente (NIE).
  • Contar con un domicilio físico y poder acreditarlo (por ejemplo, a través de la factura de un servicio).
  • Disponer de un número de móvil con teléfono español o un correo electrónico para que el banco pueda ponerse en contacto si es necesario.
  • Firmar el contrato de apertura.

¿Cuál es el número de una cuenta corriente?

La numeración que se establece en una cuenta corriente es la misma de cualquier otra libreta. En España, la forman 24 caracteres: dos letras (aquí, ES) y 22 dígitos, los dos primeros conforman el código IBAN, instaurado en la SEPA, Zona Única de Pagos en euros.

Los 20 números restantes identifican, siguiendo este orden:

  • Cuatro primeros dígitos: la entidad en la que se ha abierto la cuenta corriente.
  • Cuatro posteriores: la sucursal a la que pertenece.
  • Dos siguientes: dígitos de control.
  • Últimos diez: el número de cuenta como tal.

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¿Qué diferencias hay entre una cuenta de ahorro y una corriente?

Aunque la podemos abrir con ese objetivo, en esencia, una cuenta corriente no es una libreta de ahorro. La principal diferencia es que la primera tiene por objetivo poder gestionar las operaciones monetarias del día a día y la segunda, crear un colchón de dinero con algún objetivo (para el día de mañana, darnos un capricho...).

Pero hay más:

  • Retirada de dinero. Aunque esta operación no suele tener coste y se puede llevar a cabo en ambas, en una libreta de ahorro veremos modificada la rentabilidad que nos ofrece: el porcentaje se aplicará al importe, menor, que existe.
  • Rentabilidad. Es más habitual que genere intereses una cuenta de ahorro que una corriente.
  • Operativa. Aunque puede ser parecida, habitualmente es más amplia en una cuenta corriente que en una libreta de ahorro.

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Si más allá de conocer todos los detalles acerca de las cuentas bancarias, cómo son y para qué sirven, estás buscando una, Acierto es tu lugar. Porque no solo te ayudaremos a encontrar la mejor opción según tu perfil y necesidades, sino que también conseguiremos que ahorres tiempo y dinero.

Solo tienes que entrar en nuestro comparador de cuentas, donde reunimos las mejores ofertas de las principales entidades, con sus condiciones, requisitos y características detalladas. Así podrás comparar, elegir y contratar de forma fácil, rápida y completamente online. Sin complicaciones ni papeleos innecesarios.

Preguntas frecuentes

Tras explicar a fondo todo lo referente a las cuentas corrientes, te respondemos a las principales preguntas frecuentes, más concretas sobre este producto bancario, que nos han hecho llegar nuestros usuarios.

¿Son lo mismo el IBAN y el BIC en una cuenta corriente?

No. Aunque ambos son códigos identificativos, no tienen la misma finalidad. El IBAN identifica la cuenta corriente en sí. Y el BIC, también conocido como SWIFT, es un Código Internacional de Identificación Bancaria y permite distinguir de forma única a cada entidad de crédito.

Es decir, el IBAN es diferente en todas las cuentas, pertenezcan al banco que pertenezcan, mientras el BIC es el mismo para todas las cuentas de una misma entidad.

¿Qué gastos tiene una cuenta corriente?

Los gastos más habituales de una cuenta corriente son las comisiones, que se pueden evitar si te vinculas con la entidad. Por ejemplo, domiciliando tu nómina o ingresos recurrentes. O si contratas y operas con tu cuenta corriente eminentemente online.

En cualquier caso, las comisiones más habituales son de mantenimiento, por administración de algunos movimientos, por recibir o mantener tarjetas, en algunas transferencias... Sean las que sean, deben estar especificadas en el contrato de suscripción.

¿Una cuenta corriente puede ser remunerada?

Sí. Una cuenta corriente puede ofrecerte cierta remuneración como beneficio. Habitualmente se aplica en aquellas que aportan lo que se conoce como “dinero nuevo”, que no estaba ingresado en la entidad.

Lo más común es que ofrezcan un porcentaje (más reducido que el de un depósito u otros productos bancarios de ahorro) sobre el importe (a veces, con un máximo) que hay en la cuenta corriente durante un tiempo determinado (entre seis meses y un año).

Actualizado el 17/02/2025 por el equipo de redacción de acierto