Qué es más barato, ¿cocinar con gas o electricidad?

Qué tipo de placa es mejor

Como apuntábamos, podemos elegir entre dos fuentes de energía principales para cocinar: gas o electricidad. Las placas eléctricas tienen placas clásicas de hierro fundido, vitrocerámica o de inducción. La cocina de inducción se ha vuelto muy popular en los últimos años. Y puesto que cada uno tiene sus gustos, hemos querido orientarte de la forma más asertiva posible.

Cómo elegir una placa

Al elegir una placa, no pierdas de vista estos factores:

• Dimensiones de la placa y su ubicación, teniendo en cuenta la distribución de la cocina y dejando el espacio suficiente de ventilación.
• Con qué frecuencia y para cuántas personas se cocina puede afectar el rendimiento.
• Seguridad, especialmente si hay niños pequeños, personas mayores o mascotas en el hogar.
• Precio, es decir, cuánto quieres invertir en la placa.
• Limpieza y mantenimiento.
• Garantía y coste de las posibles reparaciones.
• Potenciales ahorros en energía y dinero al cocinar.

Cocina de gas: rápida, económica y eficiente

Entre los beneficios de la cocina de gas destacan su rapidez, eficiencia y el control preciso de la potencia. Con el gas, no tienes que esperar a que la placa se caliente. Los gastos de compra de una cocina de gas son relativamente bajos y, en términos de energía, el gas es más barato que la electricidad.

Otra ventaja fundamental de una cocina de gas es su durabilidad. Por eso encontrarás cocinas de gas en la mayoría de las cocinas profesionales. Más ventajas de escoger el gas es que podrás seguir cocinando aunque haya un apagón eléctrico.

En el lado de las desventajas encontramos que tienen peor mantenimiento y limpieza. Los restos de comida se queman en la parrilla y en la superficie. Además, debido a la cocción a fuego abierto, la parrilla, las placas de cocción y su entorno permanecen calientes durante más tiempo, con los consiguientes riesgos para la seguridad.

También hay informes sobre la nocividad de las sustancias que se crean al quemar gas y su efecto sobre nuestra salud.

Una placa de gas ciertamente requiere una instalación profesional y un cableado seguro. Los modelos actuales cuentan con modernos sistemas que aumentan su seguridad . Por ejemplo, fusibles que cierran el suministro de gas en caso de extinción accidental de un incendio, o sistemas de encendido automático.

Ventajas

• Menores costes de adquisición.
• No es necesario comprar platos especiales.
• Regulación rápida de la temperatura.
• Posibilidad de ajustar la intensidad de la llama.
• Combustible más barato.
• Durabilidad y longevidad.

Desventajas

• Menores costes de adquisición.
• No es necesario comprar platos especiales.
• Regulación rápida de la temperatura.

Cocina de inducción: rápida y económica

Las placas de inducción tienen una gran potencia, lo que hace que la cocción sea rápida, y casi no tienen calor residual. El calor se genera directamente en la base de la olla o sartén, por lo que la superficie de cocción no se calienta tanto y se enfría muy rápido después de retirarlos. Gracias a esto, su mantenimiento y limpieza también es fácil. Los alimentos derramados no se quemarán en la placa de inducción, bastará con retirarlos suavemente. En comparación con el gas, la cocción por inducción es más segura, porque no está trabajando con una llama abierta.

La desventaja es que necesitarás usar recipientes especiales aptos para inducción. La oferta actual de placas de inducción es tan grande que puedes comprar algunas por un precio similar a otro tipo de placas, depende de la marca específica y los parámetros técnicos.

Otra preocupación común tiene que ver con el agrietamiento y rotura de la placa. Incluso si están hechas de materiales de alta calidad, puede suceder que la placa de inducción se agriete con mayor facilidad. Cualquier reparación también suele ser más cara.

Ventajas

• Alto rendimiento y velocidad de cocción.
• Mínima pérdida de calor y ahorro de energía.
• Fácil limpieza y mantenimiento.
• Seguridad.
• Diseño moderno.
• Más funciones, incluido el apagado automático.

Desventajas

• Precio ligeramente superior.
• Solo trabajan con platos especiales.
• Se necesita un disyuntor eléctrico más potente.
• Riesgo de grietas y arañazos.
• Reparaciones caras.

Cocinar en vitrocerámica

Las placas vitrocerámicas tienen algunas de las ventajas y desventajas de las cocinas de gas y de inducción. Tienen un diseño elegante similar al de la inducción, pero la cocción se produce transfiriendo el calor de la placa calentada al recipiente. Su principal ventaja es que ofrecen la posibilidad de utilizar cualquier plato. Su desventaja es el enfriamiento prolongado de la superficie de cocción y la limpieza más exigente que conllevan. Incluso si se trata de una superficie lisa, los restos de comida se quemarán cuando la placa esté caliente.
 
En comparación con el gas, son de nuevo más seguras porque no se trabaja con una llama abierta, pero tienen un mayor riesgo de fragilidad y posibles arañazos como las placas de inducción. Suelen ser un poco más baratas, eso sí.

Ventajas

• Precio más bajo que la inducción.
• Seguridad.
• Menos pérdida de calor.
• Más funciones, incluido el apagado automático.

Desventajas

• Peor limpieza y mantenimiento.
• Riesgo de grietas y arañazos.
• Enfriamiento más lento de la superficie de cocción.

Qué es más barato, ¿cocinar con gas o electricidad?

Cada fuego y vitrocerámica funciona de manera diferente. Difieren en precio de compra, costes de mantenimiento y vida útil. Por lo tanto, no hay una recomendación clara sobre qué tipo de placa es la más económica.

Pagará menos, eso sí, si optas por las cocinas de hierro fundido (tanto eléctricas como de gas). Un poco más caras son las vitrocerámica, y las cocinas de inducción. Aunque todo depende del fabricante elegido y de los parámetros técnicos generales del producto.

Por otra parte, las placas de hierro fundido tardan mucho en calentarse y tardan más en regular la temperatura. Además, se producen grandes pérdidas de calor. Por lo tanto, consumen más electricidad que las vitrocerámicas y las de inducción.

Las placas de inducción tienen la menor pérdida de calor y cocinan más rápido. Permiten los mayores ahorros en el consumo eléctrico y tienen el funcionamiento más económico. Por su parte, el gas es generalmente más barato que la electricidad, y cocinar con gas también es rápido. Principalmente porque se produce un calentamiento directo con un fuego que se puede controlar al instante.

A pesar de todo esto, el consumo total de electricidad y el rendimiento del electrodoméstico están influenciados por los parámetros técnicos y la clase de eficiencia energética del producto específico.

Después de sumar y considerar todos los costes, no hay mucha diferencia entre los tipos individuales de placas y estufas. Lo que te ahorras en el precio de entrada con los más baratos, lo sueles compensar con un mayor consumo, es decir, un funcionamiento más caro.

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