La educación financiera, asignatura pendiente en España
Casi la mitad de los españoles no comprende conceptos básicos y solo un 30 % de los colegios la incluye en sus planes
La educación financiera sigue siendo un reto importante en España, tanto a nivel individual como en el ámbito académico. A pesar de la creciente preocupación por la falta de conocimientos básicos en esta materia, las instituciones aún no han logrado integrar una formación para dotar a la población de herramientas adecuadas.
Esta falta de preparación no solo tiene efectos negativos en la vida y economía de las personas, sino que también contribuye a la proliferación de fuentes poco fiables y riesgosas, como es el caso de muchos finfluencers.
Los españoles tienen dificultades para comprender conceptos financieros básicos
En concreto, más del 47 % de los españoles sigue teniendo problemas para entender conceptos financieros básicos. El 67 % no conoce cómo funciona el interés de una hipoteca o de un crédito y casi 7 de cada 10 firman condiciones bancarias sin entenderlas. Además, el 40 % de los jóvenes no sabe hacer una interpretación correcta de su nómina.
Este déficit de conocimiento afecta a cuestiones esenciales para la vida cotidiana y limita la capacidad de los ciudadanos para planificar adecuadamente sus finanzas personales. Así lo indica un estudio reciente de Finresp, Centro de Finanzas Sostenibles y Responsables de España.
La brecha educativa es particularmente notable entre los grupos de menor nivel formación y renta.
Educación financiera obligatoria en las aulas
La necesidad de una mayor formación financiera es evidente. Según la Encuesta Funcas 2024 sobre Cultura y Educación Financieras publicada este septiembre, el 90 % de los españoles cree que la educación financiera debería tener más peso en el sistema escolar.
La inclusión de esta materia ha sido una demanda constante por parte de asociaciones y expertos, que insisten en que una educación económica sólida desde la infancia es clave para fomentar una mayor estabilidad y bienestar financiero en la vida adulta.
Este apoyo generalizado muestra una clara necesidad de dotar a las nuevas generaciones de herramientas que les permitan entender conceptos como el ahorro, la inversión, la gestión de deudas y la planificación financiera a largo plazo.
Sin embargo, la realidad educativa actual está lejos de cumplir con esta expectativa. Solo el 30 % de los colegios españoles incluye la educación financiera en su programación académica, generalmente de manera transversal en asignaturas como matemáticas o ciencias sociales, y no como una materia específica.
Esta situación deja a un gran número de estudiantes sin acceso a una formación que podría marcar una gran diferencia en su futuro financiero.
Crecimiento del fenómeno de los finfluencers
Ante la falta de educación financiera formal, la influencia de los llamados finfluencers se ha disparado en los últimos años. Se trata de creadores de contenido que se dedican a hablar de finanzas personales, inversión y ahorro en plataformas como Instagram, YouTube y TikTok.
Según datos de la consultora Rebold, la presencia de finfluencers en redes sociales ha crecido más de un 300 % en los últimos tres años, captando la atención de millones de seguidores. No obstante, el 70 % de estos creadores no cumple con los requisitos de transparencia ni tiene la cualificación necesaria para asesorar sobre inversiones, según la CNMV.
Esta falta de regulación representa un riesgo significativo para los consumidores, especialmente los más jóvenes, que acuden a estas fuentes en busca de orientación sobre finanzas personales sin tener una formación previa que les permita evaluar la veracidad de la información.
Consecuencias de la falta de educación financiera
La ausencia de conocimientos financieros no solo limita la capacidad de ahorro y planificación de las familias, sino que también contribuye a que tomen peores decisiones financieras, se decanten por productos financieros poco transparentes y que adopten estrategias de inversión inapropiadas. Incluso complica cuestiones tan esenciales como la compra de una vivienda.
De hecho y según un análisis de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los países con una educación financiera más sólida tienden a presentar niveles más bajos de endeudamiento y una mayor estabilidad económica a nivel macroeconómico.
En un entorno cada vez más digitalizado y complejo, donde surgen continuamente nuevos productos financieros y métodos de pago, contar con una base educativa sólida se vuelve fundamental para el desarrollo económico y social del país.