Historial de siniestralidad: dime cómo conduces y te diré cuánto te cuesta el seguro
Un certificado de siniestralidad refleja el historial de siniestros de un conductor en una compañía de seguros. Una información que las distintas entidades comparten en un fichero común conocido como SINCO, un archivo histórico del seguro del automóvil al que acuden cuando necesitan determinar ciertas cuestiones relacionadas con el riesgo que supone un cliente y en el que figuran los partes que han dado a lo largo de los años y un largo etcétera que puedes suponer.
De hecho, se trata de un valioso documento en el establecimiento de la prima, que beneficia a los conductores con menos siniestros y perjudica a los peores perfiles. Entra en el macroestudio elaborado por Acierto.com y descubre las claves para ser un buen conductor, y ahorra en tu seguro de coche.
Todas las compañías de seguros calculan las primas anuales –el importe que pagas al año por tener tu seguro de coche– en función del tipo de conductor que seas. En base a los accidentes que hayas tenido desde que te aseguraste por primera vez, pueden aplicarse bonificaciones, reducciones en la prima, o penalizaciones como aumentos en la anualidad o reducciones de las bonificaciones que hayas conseguido.
Este es un sistema que ayuda a las compañías del sector a evaluar el riesgo de asegurar a un conductor o a otro, y que permite calcular costes personalizados en función de cada cliente. De esta manera, quien tiene menos accidentes paga menos por su seguro de auto. Y es que conocer los factores que pueden hacer que tu seguro de coche sea más barato –entre ellos el historial de siniestralidad– puede ayudarte a ahorrar en tu factura del mes.
Pero además, en función del número de partes presentados, las compañías dividen a los conductores en tres clases: buenos, malos y neutros. Los conductores buenos son aquellos que llevan sin presentar ningún parte de accidente varios años y que por lo tanto se le aplican bonificaciones en su póliza. Los conductores malos representan el comportamiento contrario, registrando uno o más accidentes en los últimos años.
A estos se les aplica penalizaciones, por lo que su póliza aumenta de precio. Y por último, los neutros son aquellos que pagan una tarifa normal, que no reciben bonificaciones, ni pagan penalizaciones. En esta categoría se encuentran la mayoría de los conductores.
En las pólizas a todo riesgo, Allianz, Nuez y Plus Ultra son las únicas que no penalizan a un cliente nuevo que haya declarado un solo parte de responsabilidad civil. De entre el resto, las que menos subidas aplican a sus primas son Pelayo (+2%) y Mutua Madrileña (+3%), mientras que Nuez y Direct ofrecen el seguro más económico para este caso.
A la hora de contratar un seguro a terceros, Allianz, Direct, Fénix Directo, Génesis, Reale y Regal no tienen en cuenta el primer parte de daños a terceros. Entre las que sí lo hacen, MMT (+5%) y AXA (+6%) son las que menos incrementan la prima. En este caso, es Pelayo quien ofrece el producto más económico.
Si en lugar de responsabilidad civil, hablamos de partes por daños propios, en la modalidad a todo riesgo, las únicas compañías que penalizan por el primer parte de daños propios son AXA, Balumba, Catalana Occidente, Direct, Qualitas Auto, Reale y Seguros Bilbao.
Entre ellas, Direct es la que menos sube la prima del seguro (+4%). En la modalidad de seguros a terceros sólo penalizan por el primer parte Balumba, Catalana Occidente, Qualitas Auto, Reale, Seguros Bilbao y Fiatc, siendo esta última la que menos penaliza (+8%).
En general, las compañías penalizan más un parte de responsabilidad civil que por uno de daños propios. En una póliza a todo riesgo, por ejemplo, un siniestro de responsabilidad civil está penalizado con un incremento en la prima del 23% de media, mientras que uno de daños propios está en el 8%. En una a terceros, el precio medio del seguro asciende un 5% ante un parte de daños propios y un 16% más si entra en juego la responsabilidad civil a terceros.
Dentro del periodo de vigencia del contrato, las aseguradoras no pueden cancelar el seguro por presentar un determinado número de partes. Lo que sí pueden hacer es expulsar al conductor de la póliza no renovando el contrato para el año siguiente. Esto suele ser un caso extremo y siempre deben avisar con dos meses de antelación.
Sin embargo, no todos los siniestros son iguales y en la decisión influyen factores como el importe del siniestro, el tipo de accidente, la antigüedad en la aseguradora o el historial de siniestralidad, entre otros. Por eso, antes de contratar un seguro, hay que informarse de forma detenida sobre qué partes penalizan y cuáles no. De esa manera serás consciente de lo que contratas y de cómo puede variar el precio de la prima en las futuras renovaciones en función de tu siniestralidad.
También debes saber que hay límites para el uso de ciertas coberturas (por ejemplo, asistencia en viaje), porque a partir de ese tope tendrás que pagar por el servicio. Elige un seguro en el que las penalizaciones, en caso de siniestro, no se apliquen a toda la póliza, sino solo sobre el precio de la cobertura afectada. Pide por escrito toda la información sobre recargos y bonificaciones para que no haya problemas y puedas exigir lo que te corresponde.
Actualizado el 10/04/2024 por el equipo de redacción de acierto
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