Todo sobre la póliza de seguro
La importancia de este documento merece que dediquemos toda una guía a explicar qué es una póliza de seguro. A rasgos generales, pero también al detalle, poniendo el foco en los seguros de coche. Antes de firmar cualquier póliza de seguro, utiliza nuestras herramientas, como el
Se impone empezar por una definición concisa de qué es una póliza de seguro. Que no es más que un conjunto de documentos contractuales —por tanto, la póliza es legal y probatoria— que vincula a asegurador y asegurado y que otorga derechos y deberes a ambos. Es decir, donde se recogen las condiciones (capitales, límites pactados, cobertura incluidas, etc.) del contrato de tu seguro.
La póliza hace referencia a un producto contratado; a su nombre comercial. Es lo que le diferencia de otras modalidades de póliza; entre los tipos de pólizas de seguro para un determinado ramo (como auto, por ejemplo), que ofrece una compañía.
Lo vemos con un ejemplo: no contratas la póliza de seguros de coche de Allianz o el seguro de coche de Allianz. Si no una póliza concreta: Automóviles PLUS Robo Incendio (si has contratado su seguro a terceros ampliado) o Automóviles PLUS Básico (si se trata de su seguro a terceros).
Además de quién es quién en el seguro (lo veremos a continuación), en la póliza se concretan tanto los riesgos asegurados como el alcance de la cobertura del propio seguro (qué prestaciones, garantías o coberturas incluye).
Y lo que es más importante: con sus límites y condiciones bien fijados. Es lo que se conoce como la letra pequeña de una póliza de seguro, la que nunca te debes saltar antes de firmar sino, más bien, leer concienzudamente para evitar sorpresas desagradables en el futuro.
Toda póliza contiene, además, una serie de definiciones que te ayudarán a entender su contenido. Es lo primero que debes leer, porque son los términos que se usan a lo largo de toda la póliza de seguro. Los encontrarás al comienzo de cualquiera de estos documentos. Aunque cambiarán en función del tipo de póliza de seguros.
Por ejemplo, en un seguro de salud encontrarás la explicación de conceptos como período de carencia, copago y preexistencias (o enfermedades prexistentes). Y en una póliza de seguro de hogar, te explicarán, qué significan continente y contendido (qué se considera como tal, en cada caso) antes de especificar por qué valor se aseguran y ante qué riesgos quedan protegidos.
Ambas partes, asegurador y asegurado, obtienen derechos y deberes al firmar la póliza de seguro. Tú, como asegurado, tienes el derecho a recibir las prestaciones aseguradas, siempre que cumplas con tus obligaciones: pagar la prima, no actuar de mala fe, declarar a los conductores ocasionales (en una póliza de seguro de coche), comunicar una agravación del riesgo, etc.
También tienes derecho a ser notificado de cualquier cambio en la prima no contemplado en la póliza, en un plazo máximo de dos meses antes del vencimiento de la póliza de seguro. Por eso, en ciertos casos, una subida del seguro de coche sin avisar es un incumplimiento de contrato por parte del asegurador. Y te da vía libre para dar de baja el seguro. Incluso fuera de plazo.
Ya hemos hablado de las definiciones, como parte de esos elementos que conforman una póliza de seguros. Pero solo forman parte de la introducción y son genéricas. Es decir, son iguales para cualquier persona que contrate una determinada póliza. Como ocurre con las exclusiones: forman parte de lo que conocemos como condiciones generales de un seguro y afectan a todo los asegurados por igual.
Las condiciones particulares de la póliza del seguro son las que te implican de forma concreta, en función de lo que hayas asegurado y cómo lo hayas asegurado. En ellas se establece, entre otros aspectos, quién es quién en una póliza de seguro:
¿Quién es el asegurador en una póliza de seguro?
No es más que la propia compañía con la que contratas el seguro. Es, por tanto, una persona jurídica que responde si el riesgo asegurado se produce (indemniza en caso de siniestro cubierto por la póliza), a cambio del pago de una prima.
En una póliza de seguro, es el asegurador quien proporciona la protección garantizada en la misma, con arreglo a lo establecido en por escrito.
El tomador de la póliza de seguros
El tomador del seguro es quien contrata y firma el contrato. Y, por ello, quien se hace responsable de cumplir con las obligaciones que se establecen en la póliza del seguro, como el pago de la prima. Puede ser una persona física o jurídica (una empresa). Y puede coincidir (o no) con el asegurado.
El asegurado, al contrario, es quien disfruta de los derechos establecidos en la póliza. Si asegurado y tomador son la misma persona, recaerán sobre esta tanto las obligaciones como los derechos garantizados por la póliza de seguros.
El asegurado o los asegurados
El asegurado es la persona a la que cubre la póliza. Y aunque lo habitual es que quien necesite el seguro sea quien lo contrate, también puede darse el escenario de una póliza de seguros en la que tomador y asegurado sean personas distintas. Por ejemplo, un padre que contrata (y paga) un seguro de coche para su hijo, un hijo que contrata un seguro de decesos para sus padres...
Y puede haber más de un asegurado. Sería el caso de un seguro de coche. Podría incluir a un conductor ocasional, que gozaría de los mismos derechos que el asegurado en lo que al alcance de la cobertura se refiere, aunque no sea ni tomador ni asegurado (entendiendo como tal el conductor principal). Y, además, cubrir a los ocupantes que viajen junto al asegurado, a través de las garantías de seguro del conductor y de asistencia en carretera.
Los beneficiarios de la póliza de seguro
Figurar como tomador de una póliza de seguro no siempre significa que este te proteja a ti. Sí eres, por ejemplo, el beneficiario de las prestaciones de un seguro de coche. Salvo en la de indemnización por fallecimiento, cuyos beneficiarios son los herederos legales.
Además de la identidad de las figuras de la póliza y la duración del contrato y vencimiento de este, una póliza de seguro contiene otros datos clave, que varían en forma y contenido según el tipo de seguro. Y que conforman las condiciones particulares de la póliza de seguros.
El bien o bienes asegurados en la póliza de seguros
Además de definir qué bienes son asegurables en el seguro contratado, la póliza de seguro detalla qué objeto, bien o garantía se asegura en la misma. Así, en una póliza de seguro de coche se especificarán marca y modelo, acabado, matrícula, número de bastidor, características técnicas (como la cilindrada) y otros datos.
Los capitales asegurados por la póliza de seguro
La póliza de seguros detalla las sumas aseguradas para cada uno de los riesgos cubiertos por ella. En el caso de un seguro de coche, la póliza establece las sumas para los supuestos de fallecimiento e invalidez permanente y absoluta (cubiertos por la garantía del seguro del conductor). Pero también otras cuantías máximas contempladas en determinadas garantías, como la Responsabilidad Civil.
El riesgo
En seguros, riesgo es igual a la posibilidad de que se produzca un determinado evento. Sin que pueda achacarse al asegurado negligencia, dolo o mala fe: que no haya actuado de manera que provocara dicho evento, con engaños o a sabiendas de las consecuencias de sus actos (con voluntad propia).
Según el tipo de póliza de seguro ante la que nos encontremos, los riesgos cambian. En los tipos de póliza de seguro de coche, también. Así, puedes asegurar el coche frente a los riesgos de robo e incendio (con un seguro a terceros ampliado), de daños propios (con un seguro a todo riesgo) o únicamente frente al riesgo de daños a terceros (con un seguro básico o a terceros).
Límites y exclusiones en la póliza de seguro
Una póliza de seguro recoge, por último, las condiciones de prestación del mismo. Tanto generales (se aplican en cualquier póliza de seguros del ramo) como las particulares, y que el asegurado acepta al firmar.
Se trata de aclarar en qué momentos el asegurador no responderá con las prestaciones aseguradas en la póliza. Es decir, qué riesgos quedan fuera del alcance de la cobertura de la póliza del seguro.
Por ejemplo, un accidente como consecuencia de participar en carreras ilegales, en cualquier póliza de seguro de coche. Aunque incluya el seguro del conductor, no tendrás asistencia sanitaria ni indemnizaciones por las lesiones corporales sufridas. Ni la aseguradora reparará los daños, aunque tengas un seguro a todo riesgo.
La clasificación de tipos de póliza de seguro puede ser realmente confusa en algunos casos, como en los seguros de vida. Pero es mucho más sencillo de entender en el ramo de auto, más familiar y conocido. Así, si hablamos de póliza de seguro y tipos, en el caso de los seguros de coche, podemos encontrar:
Póliza de seguro a terceros
Es la póliza de contratación obligatoria para cualquier propietario de un coche. Lo use o no: mientras esté dado de alta y conste en activo, para Tráfico. Cubre la Responsabilidad Civil y la defensa jurídica. La lista de garantías se amplía o no según la compañía: por ejemplo, podría incluir, de serie, seguro del conductor y asistencia en carretera.
Póliza de seguro a terceros con lunas
Hay dos diferencias entre esta y la anterior póliza de seguro. La primera, que con un seguro a terceros con lunas queda cubierta la reparación y cambio de lunas. La segunda es consecuencia de la anterior. Al incluir esta garantía de daños mínimos, tu póliza ya es consorciable. Esto es: obtienes el respaldo del Consorcio de Seguros, en caso de daños por acontecimientos extraordinarios (como un motín o una inundación).
Póliza de seguro a terceros ampliado
Se añaden dos riesgos a la póliza de seguro, que quedan así contemplados como asegurados: el robo y el incendio. Tanto los daños que estos hechos provoquen al coche como la pérdida total, consecuencia de alguno de ellos. En este caso, el capital asegurado lo marca la valoración del coche que haga la compañía. Lo habitual es que asegure el valor de nuevo del vehículo durante los dos primeros años.
Póliza de seguro a todo riesgo
La póliza de seguro a todo riesgo es la más completa. Porque te protege de todo lo anterior. Pero también asegura el coche frente a los daños de los que tú seas responsable. Además, puede incluir garantías extra, como el vehículo de sustitución y un seguro de carné de conducir (para recuperar puntos y con un subsidio diario para transporte). Si tiene franquicia significa que el importe de la misma corre de tu cuenta, en cada siniestro que exija reparación.
Otros tipos de póliza de seguros de coche
Más allá del nivel de protección, hay otras formas de clasificar los tipos de póliza de seguro de coche. Podemos hablar así de seguros por kilómetros (en los que pagas menos si apenas lo usas), de pago por uso (por cuánto y cómo conduzcas), seguros por días y muchos más. Si te encuentras ante esta tesitura —¿Qué seguro de coche debo contratar?— pincha en el enlace y descubre la respuesta.
Compara online todos los tipos de póliza en Acierto.com
En Acierto.com trabajamos con las mejores compañías de seguros de coche el mercado. Puedes comprobarlo ya entrando en nuestro comparador de seguros de coche. Rellenando un único formulario obtendrás propuestas personalizadas, seleccionadas de entre un gran número de aseguradoras. Solo las pólizas de seguros de coche que mejor se ajusten a tu búsqueda.
En nuestra parrilla de resultados encontrarás las pólizas de seguro de:
Actualizado el 24/04/2024 por el equipo de redacción de acierto
Más artículos sobre seguros de coche
- Ley de Contrato de Seguro: qué dice y cómo te afecta
- ¿Se puede cancelar un seguro recién contratado?
- Certificado de siniestralidad: ¿para qué sirve?