Tarjetas de Crédito

Las tarjetas de crédito son un producto financiero que nos brinda la posibilidad de utilizar un dinero sin que este se encuentre en nuestra cuenta. Esto es, sin necesidad de disponer de saldo en nuestra cuenta bancaria. Estos son sus principales rasgos:

• Aunque permiten disponer de dinero a crédito, las entidades fijan un límites respecto al que podemos acceder según nuestro perfil financiero.
• Se suelen pagar de una sola vez, en un único recibo, al final del período establecido. Hay entidades que permiten aplazar más el plazo o fraccionarlo, pero este servicio acostumbra a tener intereses.
• Es posible pagar con tarjeta de crédito en comercios de todo el mundo, por Internet, sacar dinero a crédito en cualquier cajero, pagar recibos, realizar reservas de hoteles, alquiler de vehículos, etcétera.
• Para conceder una tarjeta de crédito, la entidad realizará un estudio de solvencia del solicitante, para cerciorarse de que va a poder devolver el dinero que le prestará y para calcular cuál es la cantidad tope que le facilitará.
• Su renovación suele ser automática.

Recopilamos algunas de las ventajas de utilizar tarjetas de crédito, sobre todo si tienes una con buenas condiciones.

• Las tarjetas de crédito permiten hacer frente a necesidades urgentessin que se devenguen intereses altísimos.
• Las tarjetas de crédito son un tipo de financiación flexible.
• Es fácil acceder a una tarjeta de crédito, por regla general. Más que a otro tipo de préstamo personal.
• Cuando se devuelven mensualmente no suelen generar intereses.
• Suelen incluir seguros en caso de pérdida, robo, extravío…
• Permiten configurar alertas en caso de determinados gastos, verificaciones en dos pasos y otras prestaciones útiles.
• Es posible fijar un límite de gasto con las tarjetas de crédito, algo clave para controlar nuestra economía.
• No cobran comisiones cuando sacamos en cajeros de la entidad con la que tenemos la tarjeta de crédito o en cajeros adscritos.
• Es posible pagar con tarjetas de crédito en comercios de todo el mundo, por Internet, en tiendas físicas… Ofrecen muchas posibilidades.

Obviamente no todo son ventajas pues, aunque casi todo el mundo dispone de una tarjeta de crédito, si necesitas una urgente, el proceso desde que la solicitas hasta que te la conceden puede alargarse hasta un mes. Aunque depende de la entidad, de tu propio perfil financiero y mucho más. En Acierto.com te ayudaremos a conseguir tu tarjeta de crédito rápido y fácil.

Como en casi cualquier otro producto de financiación, las entidades exigen cumplir con una serie de requisitos para conceder tarjetas de crédito. Son unos requerimientos muy similares a los de los préstamos:

• Ser mayor de edad (en ocasiones, también ser menor de 65 años).
• Contar con unos ingresos mínimos, justificables y regulares.
• Tener una cuenta bancaria, a la que estará asociada la tarjeta de crédito.
• Aportar la identificación correspondiente: DNI o NIE en vigor.
• Aportar el comprobante de ingresos. Esto puede ser las tres últimas nóminas o, dependiendo del caso, declaración de la renta, declaración trimestral del IVA, del pago de autónomos y similares.
• Comprobante de domicilio.

Pero, ¿cuáles son exactamente las comisiones que pueden cobrarte con la tarjeta de crédito? Listamos algunas de las más frecuentes, aunque no tienen por qué aplicarse. Lo harán según el caso:

• Cuota de alta y/o de renovación: por emitir la tarjeta de crédito por primera vez o renovarla. Suele rondar entre los 0 euros y los 80 euros según la entidad financiera.
• Comisión por duplicado de tarjetas de crédito: que no suele superar los 5 euros.
• Por sacar dinero en efectivo en cajeros: que no sean de la propia entidad. En cajeros de la misma red suele aplicarse entre el 3 % y el 5 %. Si son de otra entidad pueden cobrar entre 2,50 euros y 4 euros.
• Comisión por consulta de saldo en cajeros de otra entidad o red: no suele superar el euro.
• Comisión por reclamación de posiciones vencidas: si te retrasas en el pago. Esta comisión no suele superar los 40 euros.
• Comisión por sacar dinero en el extrajero: varía según si es un país europeo o no, por ejemplo.