Tarjetas para Jóvenes

Qué es una tarjeta para jóvenes

Lo primero que es necesario aclarar en este artículo es a qué nos vamos a referir con tarjetas para jóvenes. Aunque el término puede usarse para hablar de tarjetas para menores de edad, aquí nos centraremos solamente en tarjetas para quienes ya han cumplido los 18 años.

O sea, una tarjeta bancaria para jóvenes es una tarjeta pensada para este colectivo. O sea, para aquellas personas que se encuentran entre los 18 y los 30 años (aunque hay que decir que algunas entidades alargan el plazo hasta los 35 años).

En cuanto a qué se puede hacer con las tarjetas para jóvenes, la respuesta es sencilla: lo mismo que con cualquier otra tarjeta bancaria, aunque dependerá del tipo de tarjeta que se contrate. Comprar en comercios físicos, pagar online, consultar el saldo de la cuenta y sacar dinero en cajeros son las operativas más comunes.

Ventajas de las tarjetas para jóvenes

Pero, ¿qué ventajas suelen tener las tarjetas para jóvenes en general? Enumeramos las principales, aunque dependerá del tipo de tarjeta y de la tarjeta bancaria, incluso del propio perfil del joven. En cualquier caso, estas son las más frecuentes:

• La mayoría de tarjetas para jóvenes son gratis.
• No suelen contar con comisiones, ni de emisión ni de mantenimiento.
• Suelen llevar aparejadas otras ventajas, como descuentos en cultura, eventos, cine, viajes, etcétera.
• Algunas tarjetas de crédito para jóvenes están asociadas a carnés jóvenes de las diferentes comunidades.
• Hay tanto tarjetas de crédito para jóvenes, como tarjetas prepago y tarjetas de débito para jóvenes. Decantarse por una u otra será más o menos conveniente en cada caso.
• Permiten el pago con el móvil: las tarjetas para jóvenes pueden asociarse a wallets y aplicaciones de banca online de las entidades.

Tipos de tarjetas para jóvenes

Ya lo dejábamos caer hacer unas líneas, pero existen diferentes tipos de tarjetas para jóvenes:

• Tarjeta de débito para jóvenes: las tarjetas de débito van asociadas a una cuenta corriente (en este caso una cuenta joven), de cuyo dinero puede disponer el titular de la tarjeta. La clave radica aquí: solo puede acceder a dinero que ya se encuentra en ella. Son uno de los tipos de tarjetas para jóvenes más habituales.
• Tarjeta de crédito para jóvenes: en este caso, las tarjetas de crédito para jóvenes permiten contar con dinero a crédito, o sea, con dinero que no necesariamente se encuentra en la cuenta corriente. La mayoría de entidades ofrecen la posibilidad de devolverlo a final de mes sin que esto genere intereses adicionales. El límite de la tarjeta de crédito para jóvenes vendrá determinado por los ingresos del titular.
• Tarjeta prepago para jóvenes: también conocidas como tarjetas monedero, pueden cargarse de dinero, pero no están asociadas a ninguna cuenta corriente. Se usan, sobre todo, para compras online en las que no se desea proporcionar el número de cuenta.

En cualquier caso, es importante comentar que, aunque estos productos específicos para jóvenes se encuentran únicamente limitados a este colectivo, no ocurre lo mismo a la inversa. Es decir, los jóvenes de entre 18 y 35 años pueden acceder a idéntico abanico de opciones que el resto. Otra cosa es que sus productos les permitan acceder a mejores condiciones.

Quién puede pedir tarjetas para jóvenes

Casi cualquier persona que se encuentre en la franja de edad situada entre los 18 y los 30 (o 35 años, según la entidad) puede solicitar una tarjeta para jóvenes. Esto es, una tarjeta de débito para jóvenes. Basta con residir en España y tener una cuenta corriente a la que vincular la tarjeta. También con aportar la información de contacto y documentación pertinente al banco.

No ocurre lo mismo en el caso de las tarjetas de crédito para jóvenes, en las que sí será necesario contar con unos ingresos regulares, mantenidos en el tiempo, y suficientes. Estos determinarán el límite de la tarjeta de crédito. Es decir, la cantidad de dinero que prestará el banco para nuestras compras.

En qué fijarse al contratar una tarjeta para jóvenes

A la hora de contratar una tarjeta para jóvenes conviene prestar atención a varios aspectos. Entre otros, si el tipo de tarjeta por la que nos estamos decantando es la más adecuada. Por ejemplo, si tenemos unos ingresos regulares quizás nos interese más contratar una tarjeta de crédito para jóvenes que nos permita acceder a dinero a crédito. Además de esto, será conveniente que te fijes en:

• Modalidad de pago de la tarjeta.
• Comisiones de la tarjeta: las más comunes son la de emisión y mantenimiento, pero tenemos que decir que las tarjetas bancarias para jóvenes no suelen aplicarlas.
• Operativa del banco en que contratas la tarjeta y opiniones de otros usuarios.
• Tiempo de respuesta para conceder la tarjeta de crédito. Estos tiempos también dependen del tipo de tarjeta que escojas, de si necesita un estudio previo de solvencia, entre otros.

Más allá de estas características y condiciones, es importante fijarse en una cuestión más que atañe especialmente a las tarjetas para jóvenes: la edad límite. Porque muchas entidades no cobran comisiones hasta determinada edad, pero sí lo hacen a partir de entonces. Por eso será clave prestar atención a este límite. Esta información figura en el contrato de la tarjeta y puede consultarse en atención al cliente del banco en que tengamos la tarjeta para jóvenes.

Una forma habitual de evitar comisiones una vez que el banco nos considera adultos consiste en domiciliar los ingresos, cosa que probablemente habremos tenido que hacer si hemos elegido una tarjeta de crédito para jóvenes, en lugar de una de débito, para disfrutar de todas las ventajas de financiar nuestras compras con este producto bancario.

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¿Hay tarjetas bancarias para adolescentes y menores de edad?

Por otra parte, hay que comentar que sí hay tarjetas bancarias para adolescentes y menores de edad. De hecho, los menores que superen los 14 años pueden acceder a tarjetas gestionadas por sus padres o tutores (que también pueden abrir una cuenta para niños). En la mayoría de casos se trata de tarjetas de débito o de tarjetas monedero, para evitar los riesgos. Otros de sus rasgos son:

• Las tarjetas bancarias para adolescentes permiten a los menores de edad realizar compras en comercios, realizar compras online y sacar dinero en cajeros automáticos (generalmente, aunque pueden tener más funcionalidades).
• Permiten a los padres llevar un control de los gastos de esta tarjeta para adolescentes o menores de edad. La configuración del límite de compras y otras operativas las gestionan los progenitores que, además, pueden comprobar fácilmente todos los movimientos.
• Cuentan con protocolos específicos de seguridad.
• Permiten un aprendizaje financiero, pensado para los más pequeños que cuentan con estas tarjetas para menores de edad.
• Las tarjetas para adolescentes pueden contar con apps específicas. 
• Las tarjetas para menores de edad suelen incorporar seguros gratuitos, de viaje, por extravío o robo…
• En la mayoría de casos, las tarjetas para menores de edad son gratuitas.

¿Qué límites tienen las tarjetas bancarias para adolescentes?

Por supuesto, las tarjetas bancarias para adolescentes también tienen límites (si no podrían usarse como cualquier otra tarjeta para adultos). Entre otras posibles restricciones: 

• Carecen de Bizum para evitar problemas.
• Tienen restringidas las transferencias de dinero.
• Pueden tener restringidas algunas apps de pago móvil.
• Pueden tener otras limitaciones impuestas por los padres. De gasto, por ejemplo.

Cómo solicitar tarjetas bancarias para adolescentes

Para solicitar una de estas tarjetas bancarias para adolescentes deberemos tener en cuenta una serie de cuestiones:

• La solicitud de la tarjeta debe gestionarla el tutor legal del niño. Será necesario que en la contratación se encuentre presente uno de los progenitores. No será necesario que se encuentre el menor.
• Se deberá aportar la documentación pertinente: DNI del menor y de uno de los tutores legales, y libro de familia. Puesto que en estos casos estamos hablando de tarjetas de débito, es difícil que la entidad pida documentación relacionada con el perfil financiero y solvencia de los padres del menor que tendrá la tarjeta bancaria para adolescentes.

Preguntas frecuentes sobre las tarjetas para jóvenes

Terminamos este artículo recopilando algunas de las preguntas más frecuentes sobre ellas que nos formulan en nuestro call center:

¿Una tarjeta para jóvenes es lo mismo que un carné joven?

No, una tarjeta bancaria para jóvenes y un carné joven no es lo mismo. Ahora bien, algunas entidades como Imagin ofrecen un 2x1 (o sea una tarjeta bancaria y carné joven todo en uno). La principal diferencia es que una tarjeta bancaria es un método de pago, mientras que un carné joven no lo es.

Con este último lo que suele poder hacerse es acumular puntos, obtener descuentos en entradas, cine, cultura, transporte. Pero no pueden abonarse las compras. Además, la edad de acceso varía, no es necesario ser mayor de edad para contar con un carnet joven.

¿Tienen límite las tarjetas para jóvenes?

Como habrás podido deducir por su propio nombre, las tarjetas para jóvenes tienen un límite de edad. Generalmente este se sitúa entre los 30 y los 35 años, y raramente los supera. A partir de entonces las condiciones de las tarjetas cambian y, de hecho, es muy recomendable estar pendiente de este vencimiento para evitar que nos empiecen a cobrar comisiones. Compara tarjetas en Acierto.com y consigue la tuya con las mejores condiciones.

¿Los menores de 16 años pueden tener tarjetas de crédito para jóvenes?

No, las tarjetas de crédito para jóvenes únicamente pueden ser contratadas por personas que ya hayan superado la mayoría de edad y que, además, acrediten unos ingresos regulares, mantenidos en el tiempo y justificados. Como en cualquier otra tarjeta de crédito, aunque la cuenta a la que vaya vinculada esta tarjeta de crédito para jóvenes sea una cuenta joven con todas las ventajas para este colectivo.