Smarthomes y seguros de hogar, ¿qué protección necesitan las casas inteligentes?
Las viviendas inteligentes requieren por parte de las aseguradoras una protección tecnológica integral
Contratar un seguro de hogar siempre es una buena opción. Al fin y al cabo, se trata de proteger una de las cosas más importantes que vas a tener en esta vida y, que, además, se enfrenta a múltiples riesgos. Cuando además hablamos de una casa con unas características tan especiales y que depende tanto de la tecnología, aún más. Porque es necesario tener el respaldo de una compañía ante cualquier situación que haga que la casa “falle” -o ante cualquier siniestro que dañe esos elementos-.
Y es que una ‘smarthome’ es una casa “digitalizada” que puede funcionar de manera autónoma, si se le programa para realizar ciertas acciones o se le da la orden desde un sistema de control remoto o a través de una aplicación en un smartphone. Porque los sistemas de la casa (de iluminación, de calefacción) y los electrodomésticos están conectados a la red. Esto hace posible situaciones tan futuristas como que la nevera sea capaz de realizar un pedido online en un supermercado cuando detecte escasez de alimentos en su interior. Razón de más para proteger estos bienes, en caso de daños.
Una ‘smarthome’ supone, además, un importante ahorro energético. Entre las órdenes que puede ejecutar está desconectar todas las luces y electrodomésticos cuando la casa está vacía o bajar las persianas a determinada hora, para evitar que la casa se enfríe en invierno o se caliente en exceso en verano. También es un hogar más seguro, puesto que es posible contar con protocolos de actuación en caso de entrada de intrusos, de fugas de gas y otros posibles riesgos así como con cerraduras inteligentes.
Aunque no todo son ventajas. Un hogar así necesita una protección muy específica. Sobre todo en materia de seguridad, ya que, al estar conectado a una red, puede ser víctima de la actividad maliciosa de un hacker. Esta es, precisamente, la mayor preocupación de los usuarios. De ahí que las compañías de seguros ya trabajen diseñando propuestas de pólizas de hogar que tengan en cuenta la Responsabilidad Civil para estas situaciones y otras necesidades muy concretas de estas casas, como la asistencia informática.
Quien opte por esta vivienda y aún esté dándole vueltas a la idoneidad de tener un seguro, basta con que tenga en cuenta la inversión realizada. Domotizar una casa, si bien es rentable a medio plazo, no es barato. Este coste justifica sobradamente la necesidad de contar con una póliza de hogar que plantee indemnizaciones y otro tipo de garantías para proteger la casa.
Un seguro de hogar para casas inteligentes, como cualquier otra póliza diseñada pensando en un tipo de vivienda (unifamiliar, vacacional, de alquiler, etc.) deberá responder a sus necesidades concretas. En este caso, estas necesidades pasan por una asistencia en el hogar continua, ya que se trata de casas con instalaciones especiales y que, al depender de la red, pueden presentar problemas que requieran la ayuda de un experto. Por eso, un seguro de hogar para casas inteligentes debe tener la mejor asistencia informática y tecnológica posible, tanto para solucionar problemas como para recibir asesoramiento sobre cuestiones tan importantes como la privacidad y la seguridad cuando se está conectado a una red.
Estas instalaciones, como ya hemos avanzado hace un momento, pueden llegar a ser costosas. Sobre todo si se suman cámaras de videovigilancia para reforzar los sistemas de seguridad. Es una inversión que puede protegerse si se cuenta con el seguro de hogar adecuado. Es decir, con el que plantee mejores condiciones a la hora de indemnizar por daños materiales derivados de los siniestros cubiertos en la póliza. En este sentido, el condicionado debería recoger expresamente los elementos que forman parte de la domótica de la casa: instalaciones, cámaras, persianas automáticas, electrodomésticos, etc.
Será igualmente importante calcular correctamente el coste de estos elementos si se han de incluir en el contenido para, en caso de siniestro, recibir una indemnización que permita reparar y/o reponer los mismos, o al menos recuperar gran parte de su valor. Y para evitar, al mismo tiempo, situaciones de infraseguro y sobreseguro.
Coberturas similares a las que ya proponen las compañías de seguros, como los daños eléctricos, deberán adaptarse para incluir específicamente estos sistemas, más allá de lo que ya recogen (electrodomésticos como la lavadora y aparatos como ordenadores personales). Son aparatos conectados a una red wi-fi que, en última instancia, puede depender del suministro eléctrico. Y gracias a una garantía como la de daños eléctricos, en caso de cortocircuitos, corrientes anómalas y daños en las instalaciones eléctricas que provoquen asimismo daños en aparatos eléctricos y en electrodomésticos, el asegurado podrá contar con una cuantía en concepto de indemnización con el que repararlos, o bien sustituirlos. O afrontar parte de estos pagos.
Este seguro perfecto, en cualquier caso, solo es un proyecto. Las compañías de seguros aún no han empezado a lanzar productos específicos para estas casas, si bien ya están trabajando para poder aportar soluciones ante esta nueva realidad en el sector de la vivienda y los impresionantes avances tecnológicos que la hacen posible.