La borrasca Barra y las imprudencias, una combinación mortal
Conducir con nieve, con lluvia o con viento aumenta peligrosamente el riesgo de accidente
La plataforma ha realizado un informe en el que los hábitos de los conductores españoles al volante y su actitud frente al mantenimiento de sus vehículos se analizan minuciosamente. Junto a este análisis, el comparador incide en los aspectos clave sobre cómo conducir con nieve (y en otras circunstancias meteorológicas adversas, propias del invierno) de forma segura.
Si no tenemos más remedio que conducir con nieve lo más adecuado es hacerlo con suavidad, aumentando la distancia de seguridad, con las luces de carretera encendidas y sin superar el 20% de la velocidad límite de agarre. Desde Acierto.com facilitamos otros consejos para conducir con nieve.
- Llenar el depósito de combustible antes de salir
- Revisar el estado de los neumáticos
- Comprobar la carga de la batería: es la responsable de 1 de cada 5 averías.
- Regular la altura de los faros.
- Circular con cadenas o neumáticos de invierno
- Conocer los niveles y colores de la nieve establecidos por la Dirección General de Tráfico.
El control de tracción deberá estar conectado, puesto que evita que las ruedas patinen al acelerar. Pero sí se recomienda desconectarlo al iniciar la marcha sobre la nieve y el coche no avanza y si se circula con cadenas.
Al conducir con nieve también podemos estar conduciendo sobre la sal que se esparce en las carreteras para evitar que se formen placas de hielo. Es una buena medida preventiva pero puede ser perjudicial para los bajos del vehículo, e incluso afectar a sistemas como los frenos. Más peligrosa es la sal para las motos, ya que sus componentes están más expuestos que en un vehículo.
Para evitar mayores problemas al conducir con nieve lo más recomendable es prestar más atención al cuidado del coche y a su limpieza, y eliminar los restos de sal. Lavar el coche con agua dulce tras conducir con nieve y por carreteras con sal es más que recomendable. De hecho, es posible lavar los bajos y el chasis en centros de lavado que cuentan con instalaciones especiales para hacerlo. Para conservar mejor la pintura, se puede aplicar una cera protectora a la carrocería y así disminuir la posible acción de la sal.
Desde la Dirección General de Tráfico y los medios de comunicación se incide cada año, cuando llega una de estas borrascas, en la importancia de llevar un kit básico en el coche. Este kit debe estar formado por:
- Agua: por si nos quedamos inmovilizados mucho tiempo.
- Alimentos energéticos: frutos secos, barritas de cereales, etcétera. Son alimentos calóricos que compensan la pérdida de calorías por el frío y que no ocupan mucho espacio.
- Mantas y abrigos: es importante que permitan una buena movilidad, si se tiene que cambiar una rueda o colocar las cadenas, bajo la nieve.
- Cadenas de nieve: es la alternativa a los neumáticos de invierno.
- Rasqueta: para retirar el hielo y la nieve del limpiaparabrisas y los retrovisores.
- Pala pequeña: por si las ruedas se quedan atascadas.
- Cargador y batería externa para el móvil.
- Descongelante: para descongelar las cerraduras bloqueadas y eliminar el hielo cuajado.
- Cables de batería y pinzas de arranque.
- Linterna: en invierno, con nieve y con las pocas horas de luz al día, es imprescindible.
Los conductores pueden tomar todas las medidas de precaución necesarias y, aún así, sufrir una avería de su vehículo o cualquier otro problema que requiera ayuda externa. En este punto será relevante contar con una correcta cobertura de asistencia en carretera o asistencia en viaje del seguro del coche. Para reconocer el mejor servicio, hay que fijarse en que sea prestada desde el kilómetro 0 y que incluya prestaciones de traslado al domicilio (o de vehículo de sustitución) en caso de que el coche tenga que ser remolcado a un taller. En fechas como las que se avecinan, es más importante que nunca poder llegar a nuestro destino.